miércoles, 7 de mayo de 2014

GÉNERO LÍRICO: TIPOS DE ESTROFAS (EJERCICIOS)

Como quedamos en clase os dejo aquí unas cuantas estrofas , intentad identificarlas. Yo el viernes cuelgo la solución y comprobáis si están bien.


Identifica el tipo de estrofa de estos poemas.
1.
Caído se le ha un clavel
hoy a la aurora del seno:
¡qué glorioso que está el heno
porque ha caído sobre él!

2.
Había en una tierra un hombre labrador
que usaba más la reja que no otra labor,
más amaba a la tierra que a su creador,
y era de todas formas hombre revolvedor.

3.
No será cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera
habitado de pardos ruiseñores.

4.
Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas,
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras
y pasaré los fuertes y fronteras.

5.
Dolores, costurera de mi casa,
añosa de mi casa, vieja amiga;
era tu corazón crujiente miga
de pan; eran tus ojos lenta brasa.

6.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón.

7.
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde...; el día,
no queriendo morir, con garra de oro
de los acantilados se prendía.

8.
Recuerde al alma dormida
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida
cómo se viene la muerte,
tan callando;

9.
Cerca del Tajo en soledad amena,
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena,
que por el tronco va hasta la altura
y así la teje arriba y encadena,
que el Sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido
alegrando la vista y el oído.

10.
Guarneciendo de una ría
la entrada incierta y angosta,
sobre un peñón de la costa
que bate el mar noche y día,
se alza, gigante y sombría,
ancha torre secular
que un rey mandó edificar
a manera de atalaya
para defender la playa
contra las iras del mar.

11.
Hermosas ninfas, que en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;

Agora estéis labrando embellecidas,
o tejiendo las telas delicadas;
ahora unas con otras apartadas,
contándoos los amores y las vidas;

dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando;

que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando
podréis allá despacio consolarme.

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